Como si la pandemia ya no existiera y desoyendo todas las recomendaciones para evitar los contagios, un grupo de policías que aguardaba el anuncio del gobernador de la Provincia sobre la recomposición salarial que reclamaban, un grupo de policías sin mantener la distancia social comparte el mate.

Lo peligroso del tema, más allá del posible contagio en sí, no sólo puede significar una merma importante en la cantidad de efectivos activos si es que hay un brote y se tienen que aislar, es que esos policías, cuando terminen la protesta y vuelvan al servicio tendrán contacto con muchos ciudadanos, con el peligro de contagiarlos.