A Nahir Galarza parece que todavía no le cayó la ficha que está presa por homicidio; parece seguir viviendo o querer seguir viviendo en un mundo de fantasía adolescente, donde no hay no debería haber consecuencias tras los actos que comete.

El fin de semana pasado, todas las alarmas sonaron cuando en su celda fue hallado un muñeco que simulaba ser un cuerpo, una persona: todo hacía sospechar un intento de fuga que, finalmente, se vio frustrado por la vigilancia del Penal de Mujeres de Paraná.

Como toda explicación, la homicida condenada dijo que se trataba de “una joda”: "Era un chiste, una joda", dijo. Con otras dos presidiarias, Galarza dijo que todo comenzó con "una máscara que hizo una de ellas en el teatro. Una fue y la puso puso encima de un palo de escoba y jodía con eso. Ahí me enganché yo también y le empezamos a agregar cosas, ropa, el palo de la palita de la basura..."

Intentaban asustar a otra detenida con el muñeco, dijo, pero todo se frustró: "En el recorrido de la guardia, nos hicimos las dormidas. La penitenciaria vio el maldito muñeco y chau: lo agarró y se lo llevó", detalló Galarza.