La clínica de la localidad bonaerense de Brandsen, en la cual trabajaba el enfermero de 47 años que murió este sábado por coronavirus, había sido denunciada por haber incumplido el protocolo para casos de infectados tras la muerte del padre y el abuelo del futbolista argentino Walter Montillo.

La denuncia había sido presentada por el Municipio de la mencionada ciudad y una casa funeraria, cuyo dueño se quejó porque en ningún momento le avisaron del riesgo que implicaba manipular el cuerpo de la persona fallecida.

"En ningún momento nos avisaron del riesgo. Mis empleados retiraron a los fallecidos con guantes y barbijo N°95 porque era una muerte normal", sostuvo Gaspar Portau, de Sepelios Portau, e informó que en el certificado de defunción le pusieron como causa de muerte “Infarto Agudo de Miocardio” y no coronavirus.

A su vez, un empleado de Portau contó más detalles:"Nosotros retiramos a la persona que muere y desmiento que hayan estado tapados con una bolsa. Los retiramos de la Morgue y estaba tapado con una sábana. A nosotros no nos dijeron nada de que eran al menos casos sospechosos”, reiteró en diálogo con Noticias Brandsen.

“Nosotros nos ponemos los guantes apenas bajamos de la ambulancia hasta que termine de cerrarse el cajón y vamos cambiándonos de guantes constantemente", indicó. "Pero si nos hubiesen avisado que era un caso sospechoso de COVID–19 nos hubiésemos preparado de otra manera, nos hubiésemos puesto 10 guantes aunque sea", agregó.

La fiscal de Brandsen Mariana Albisu unificó ambas denuncias para poder determinar con exactitud qué fue lo que pasó.

Además del padre de Montillo, que se llamaba Walter Oscar, también murió el abuelo del futbolista, de 91 años, quien tenía los mismos síntomas: severos problemas respiratorios, que es una de la principal afección que provoca el coronavirus.

Este sábado se confirmó la muerte de Silvio Cufré, quien trabajaba en el Instituto Médico de Brandsen y estaba internado en un hospital de Cañuelas.