Con una remera con las Malvinas en su pecho, Juan José Morales agradeció el apoyo, no sólo de las Abuelas sino de la sociedad en general y además de pedir por Memoria, Verdad y Justicia terminó su escueto mensaje con un “Vamos por más”.

Juan José tenía diez meses cuando su mamá, Mercedes del Valle Moreales, fue secuestrada en la zona de Monteros, en Tucumán. A él lo dejaron en la cama con los documentos. A ella –que tenía 21 años y era militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT)-- se la llevaron y la asesinaron. Sus restos aparecieron en una fosa clandestina en el Cementerio del Norte de la capital tucumana.

Juan José fue criado por el dueño de una finca de la zona, que hizo una adopción clandestina para quedarse con él. Después de largos años de búsqueda, Juan José supo que su mamá había sido una víctima del terrorismo de Estado. 

Ahora, el Juzgado Federal de Tucumán confirmó que no tenía ningún vínculo biológico con quien lo anotó como su hijo. Con esa confirmación, Abuelas de Plaza de Mayo anunció que había encontrado al nieto 132.

Juan José no pudo participar de la conferencia de prensa porque vive en Tucumán, pero quiso conectarse por Zoom. La tecnología no ayudó para que escuchara el aplauso que desde la Casa de las Abuelas en la exESMA sirvió para darle la bienvenida a la verdad, pero se quedó pegado al teléfono. A su lado estaba su compañera, Ana, la mamá de sus dos hijas-- una de 19 y otra de seis años--. Ana fue quien tomó la posta durante estos años, cuando la búsqueda se tornaba demasiado pesada para Juan José.

Juan José Morales, el nieto 132 en Mejor País del Mundo