Un grupo de personas rompió con el aislamiento obligatorio en el barrio de Ramos Mejía, e hizo una fiesta. 

No contentos con eso, luego terminaron a las piñas en la calle, en medio de discusiones y en evidente estado de ebriedad. 

Los vecinos al ver la escena llamaron al 911 y se acercaron al menos 10 patrulleros al lugar. 

Pero cuando el personal policial se hizo presente no detuvieron a nadie, sino que solo los separaron.