El hecho sucedió en la ciudad de Río Grande, Tierra del Fuego, y fue registrado por las cámaras de seguridad del exterior de la casa donde el dueño hacía un asado en al vereda.

Un hombre que pasaba por la calle vio la parrilla, se acercó y cuando quiso levantar la tapa del chulengo sonó una alarma activada por el sensor de movimiento, que lo hizo escapar. Sin embargo, perdido por perdido, el hombre regresó y se llevó un trozo de carne.

Grande fue la sorpresa para la familia de cinco personas cuando descubrieron que su asado se había visto frustrado por este peculiar robo.