El trabajo realizado por Oxfam reconoce a América Latina -históricamente considerada como la región más desigual del mundo- como el único lugar en el que durante la última década logró revertirse la brecha de desigualdad económica.

En el informe, destacan a Argentina, Brasil y México, y enumera las razones de la disminución de la desigualdad en la región a "una fiscalidad más progresiva, los servicios públicos, la protección social y el empleo digno".

"En la actualidad, los niveles de desigualdad están aumentando en todos los países de renta alta del G-20 (a excepción de Corea del Sur), mientras que en Brasil, México y Argentina la desigualdad se está reduciendo", expresa el estudio presentado en vísperas del comienzo del Foro Económico Mundial que se celebra en Davos.

El documento pone de manifiesto que casi la mitad de la riqueza mundial está en manos de sólo el uno por ciento de la población, y advierte que "la desigualdad económica extrema resulta preocupante debido a los efectos perniciosos que la concentración de riqueza puede acarrear para la equidad en la representación política".

Sobre el caso de América Latina, el informe expone que "la política ciudadana fue fundamental en la consecución de este avance, ya que representa a la mayoría de la población en lugar de estar en manos de una pequeña élite; a la postre, ha beneficiado tanto a ricos como a pobres".

Otro dato aportado por el estudio indica que la mitad más pobre de la población mundial posee la misma riqueza que las 85 personas más ricas del mundo.

Como resultado, hoy la riqueza del uno por ciento de la población más rica del mundo asciende a 110 billones de dólares, una cifra 65 veces mayor que el total de la riqueza que posee la mitad más pobre de la población mundial.