Sea Shepherd,  ONG que lucha por la defensa de la vida en los océanos, denunció la matanza realizada en las playas de de Bøur y Tórshavn en el Atlántico.

La organización ecologista suele publicar imágenes sangrientas de este "ritual" que se realiza cada año en las islas pertenecientes al Reino de Dinamarca con ánimos de generar conciencia en la población.

Si bien los calderones o ballenas piloto no se consideran en peligro de extinción, estas matanzas afectan la biodiversidad de la zona. Además de la indignación ante el método sádico con el que se las caza hasta desangrarlas.

Las autoridades locales  trataron de desentenderse del hecho pero terminaron encarcelando a  dos activistas (la estadounidense Susan Larsen y el alemán Tom Strerath) que "afectaban la pesca".

La Marina danesa respondió con evasivas sobre su papel pero el bote de la ONG fue interceptado por el HDMS Triton, un buque oficial.