Mientras una mujer preparaba el almuerzo para su familia entraron tres delincuentes a su casa, la agarraron, la tiraron al suelo y la amarraron mientas ella gritaba a viva voz para alertar a sus hijos que estaban en otro piso de la casa quienes llegaron a llamar a la policía.

De esta forma, al escuchar las sirenas de los móviles policiales llegando, los delincuentes huyeron. Horas más tarde la mujer debió ser hospitalizada ya que debido al stress sufrido empezó a tener dolores en el pecho, tuvo un infarto y debió ser trasladada a toda prisa.