Aunque parezca incréible, el odio hacia los homosexuales todavía es moneda corriente en nuestro país. Ahora, un padre y un hijo en Salta fueron detenidos por golpear y fracturar la pierna de un joven bailarín de 27 años por ser gay.

Ambos agredían a la víctima desde que tenía 10 años. De hecho, el joven ya había hecho denuncias en 2004 contra la familia. 

"Hace 17 años vinimos a vivir a este barrio y tenemos problemas con esta familia, que vive pegado a mi casa. Todo comenzó con la madre, Zulma. Yo tenía 10 años en ese momento, era un niño, me estaba construyendo en ese momento y desde entonces ella empezó a agredirme", contó Roberto Costilla, que ahora tiene 27 años.

"Ella pasaba me insultaba cuando yo estaba solo, me gritaba desde el lavadero, porque tenemos las casas pegadas. Me gritaba insultos como ‘maricón de mierda’ o ‘puto de mierda'. La violencia la continuaron sus hijos, Ailén y Fabricio, cuando crecieron”, recordó Roberto en diálogo con C5N.

“Con mis padres tengo una relación excelente, mi orientación nunca fue un problema para mi familia. Yo les contaba y mis padres le iban a reclamar, se generaban discusiones y la violencia fue creciendo, ellos solo querían gritar y golpear cuando mis padres intentaban hablar con ellos de manera respetuosa”, indicó sobre las constantes agresiones.

El domingo, pasado a las 7 de la mañana, Roberto llegó a su casa y cuando estaba por ingresar, Fabricio y su padre comenzaron a golpearlo: “Sentí un golpe tremendo en la pierna y caí al piso, me habían quebrado la pierna, el dolor era tremendo”, relató Roberto.

Los agresores "ya me habían amenazado con que me iban a dejar sin mi carrera, por eso fueron directo a mis piernas".

Roberto pudo llamar a sus padres, que estaban durmiendo, y salieron a auxiliaron: “Si ellos no salían, me mataban”.

La agresión no terminó en Roberto, sino que los violentos fueron directo contra sus padres: “Cuando levanté la cabeza vi que el padre de Fabricio estaba golpeando con un palo a mi papá, y entre Fabricio y su madre golpeaban a mi mamá”.

Los gritos de Roberto alertaron a los vecinos, que llamaron a la Policía.

La familia realizó la denuncia por lo que la Justicia allanó la casa de los agresores y detuvieron a Fabricio y a su padre. En tanto, a Roberto se le fue asignado custodia policial en la puerta de su vivienda.