Luo Dan, un pintor y diseñador de 32 años, proveniente de China, empezó a usar la máscara en 2009 en forma de broma, pero luego le agarró el gustito y la comenzó a usar en el trabajo y en su tiempo libre. “Usando la máscara logro encontrar una gran paz interior. Cuando la uso, me siento interiormente como un ciervo”, dijo el artista.


Dan asegura que la máscara lo ayuda a encontrar inspiración creativa y, sobre todo, su ciervo interior. "El ciervo es un animal manso", explicó.


No se sabe por cuánto tiempo planea usar la máscara, pero ya adelanta que es difícil que lo deje de hacer debido a sus presuntos “poderes curativos”.