El relato de Gabriel y Layla es desgarrador. No solo perdieron a su hija de pocos meses de edad, sino que fueron acusados injustamente de haber abusado de su bebé.

El mal diagnóstico del equipo médico del hospital Balestrini, en La Matanza, llevó a la policía a seguir el protocolo y detenerlos.

De ahí en más vivieron una temporada en el infierno, El maltrato policial incluyó golpes al joven padre y la madre fue encarcelada con otras presas que la golpearon para hacer justicia por mano propia.

Eran inocentes, vivieron una pesadilla.