Joaquín, de 18 años, fue brualmente golpeado por un grupo de alrededor 10 jóvenes del club San Fernando, también lastimando a dos de sus amigos, en Caix, un boliche de Costanera. En el terrible relato que realizó su madre, Mariana Nuñez, comentó que los jóvenes no conformes con lo realizado, sumaron a cinco o más chicos, que los interceptaron fuera del boliche, cuando ya se encontraba solo y lo volvieron a lastimar hasta dejarlo inconsciente. 

Todo esto sucedió el martes por la noche por un grupo de 10 rugbiers en una fiesta de egresados. El joven ahora se encuentra en terapia intensiva.  Joaquín fue a una fiesta de egresados en Caix junto a dos amigos cuando, por motivos que la familia todavía desconoce, un grupo de 10 jugadores menores de 17 del Club San Fernando de rugby les dieron "una paliza" a los tres chicos. 

Santiago, papá de Joaquín, relató en Facebook que el joven le contó a su madre la situación y le avisó que iba a pedir un remis para volver a su casa. Cuando cortó la comunicación los mismos 10 agresores regresaron con 5 o 6 personas más. Le pegaron piñas y patadas. "Una de las trompadas que le dieron, desde atrás, le pegó en la base del cráneo y lo dejó tirado en el piso e inconsciente", detalló Santiago. 

A modo de reflexión en medio de la impotencia, el padre de Joaco, destacó al rugby como deporte. "Estoy convencido de que si entre los dirigentes y los padres no se logra encausar a los chicos violentos, hablándoles de que ser un equipo no es lo mismo que ser una patota, el deporte está condenado", opinó.

"Espero que la UAR, URBA y el mismo Club San Fernando tomen acciones sobre esto. No sólo por Joaco, sino por el bien y futuro del rugby", pidió.