El mensaje de Daniel Gollan tiene toda la claridad que le faltó al Gobierno para contar lo que se estaba haciendo. Lo insólito es que lo que se estaba haciendo era lo correcto: comprar partidas de todas las vacunas posibles mientras se espera la aprobación -inminente- por parte de las autoridades internacionales competentes.

Algo falló, se deslizó la información antes de lo esperado y no se supo comunicar, o fue simple improvisación. Pero lo cierto es que peor informado a la población no pudo haber estado. Primero se compraron las vacunas Sputink y se armó el debate. Días después se anunció la compra de Astra Zeneca, y sucederá lo mismo con Pfizer. ¿Era muy descabellado informar que se estaban haciendo las gestiones para comprar partidas de TODAS las vacunas que salieran?

En conferencia de prensa, con los epidemiólogos teniendo su momento de gloria y sus merecidas felicitaciones, porque no también a Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof cerrando un círculo iniciado con los mensajes conjuntos, y aflojando un vínculo que no tiene sentido dinamitar.

Por eso la palabra de Gollan sirve. Porque es clara, explica y saca las dudas.