"Un gran cargamento de naranjas infectadas con VIH llegó a América proveniente de Africa", esta era la falsa noticia de la que la Fundación Huésped se hizo eco no sólo para desmentir sino también para concientizar e informar a la población sobre la imposibilidad de que esta noticia sea real.

"La respuesta más sencilla es que el virus no vive mucho tiempo fuera del cuerpo, por lo que si bien es posible que inyecten sangre infectada a bananas o naranjas es imposible que esta sangre pueda infectar a una persona al comerlas", explican desde la Fundación.

Y señalan: "Tan importante como saber de qué manera se transmite el virus, es saber qué conductas o prácticas no lo hacen. Tener relaciones sexuales utilizando preservativos, un estornudo, la picadura de un mosquito, compartir la vajilla o los mismos servicios higiénicos, la depilación con cera, no transmiten el virus. La saliva, las lágrimas, el sudor, el aire y el agua, al igual que los alimentos no son vehículos de transmisión. Tampoco lo son el practicar deportes, besarnos, abrazarnos, darnos la mano, jugar, trabajar o estudiar, bañarnos en duchas o piscinas e intercambiarnos la ropa con personas que viven con VIH".

Fuente: Fundación Huésped.