La hija de Néstor y Cristina, ya de regreso en Buenos Aires, dio una extensa entrevista en Futurock donde habló de todo.

La persecución de la que fue víctima desde que era menor de edad, qué fue lo que afectó su salud, su vida en Cuba y su regreso. El reencuentro con su hija Helena y cómo está encarando su nueva vida en la Argentina.

“Ahora estoy creo que mejor, por supuesto, por algo estoy de regreso acá. Tengo mis días también. Deprimida ya no estoy. Estoy cerrando algunas cosas, pero deprimida ya no estoy”, le contó a las periodistas Julia Mengolini y Gabriela Borrelli.

Flor Kirchner ROMPIÓ el silencio y habló sobre la persecución judicial contra ella y su familia

La hija de la actual vicepresidenta brindó una entrevista durante la madrugada de este viernes en la que contó: “Lo que pasó en estos últimos tres o cuatro años, más o menos desde julio del 2016, fue una cosa que nunca había visto ni siquiera en otra persona”.

“Había un ensañamiento judicial, me mandaban policías a mi casa, parecía que todas las semanas iba a pasar algo, tenía dos jueces haciendo conmigo absolutamente lo que querían. Eso fue lo que me enfermó a mí. Obvio que lo mediático sumó un montón porque ya no era como antes que te sacaban en una nota, qué se yo... Yo, de que me inventen cosas y me agredan estoy acostumbrada desde que soy menor de edad”, relató en diálogo con la radio Futurock.

“Fue más fuerte conmigo porque soy la hija más chica, porque saben que mi vieja siempre del (Instituto) Patria venía siempre para mi casa a verme a mí y a Helena. Hay una relación muy cotidiana con mi mamá por fuera de discutir política u otras cosas. Y se la empezaron a dar por ahí. Creo que hubo una persona que era diputada y en su momento dijo le pegaron por donde más le duele”, analizó.

“Primero me mostraban como una tilinga y de repente era como una mente maestra. Había veces en las que teníamos que ir a Comodoro Py y a mi hermano no le mandaban la prensa a la casa, me la mandaban a mí. Yo tenía cinco cámaras acá abajo”.

Florencia habló también de su cuadro de depresión. Contó que durante mucho tiempo no estaba conectada “con nada”. “No quería saber nada con nada ni con nadie. Tardaba mucho en contestarle a mis amigos. Estaba como ida, en un universo paralelo”, recordó. Y precisó: “Estaba mal, estaba muy desganada, no sentía interés. La depresión que yo viví fue muy enajenada. No me interesaba saber cómo estaba nadie”.