Fernando Burlando sigue sosteniendo que el asesinato de Fernando fue planeado y que cada uno cumplía una función en la golpiza lo que, de probarse, complicaría más a los rugbiers.

Los tiempos de la Justicia son lentos pero Burlando confía no sólo en que se realizará el juicio oral sino que los asesinos serán condenados.