Luego de la tímida aparición del magistrado, la diputada consideró que "las imágenes lo muestran con un deterioro físico propio de la edad, pero además presumimos que está afectada su capacidad cognoscitiva. Por algo la Constitución, con un criterio científico, puso un límite de 75 años".

El juez continúa en su cargo porque consiguió un fallo que lo excluye, pero la joven abogada se pregunta: "A partir de cierta edad todas las personas tienen un deterioro cognoscitivo. Si no está capacitado, ¿quién dialoga por él?, ¿quién le lleva los expedientes?"

Con respecto a la pericias, manifestó que "primero hay que determinar cuánto lo afectó el paso del tiempo y luego investigar qué está pasando en la Corte", porque más allá de si firmó la acordada de la reelección de Lorenzetti en su casa, esta dice que "Fayt propuso cosas que nunca propuso".

Las irregularidades de la acordada no son los únicos hechos que evidencian un cambio en las capacidades del juez, "en la apertura del año judicial, se lo vio muy deteriorado. Sumado al episodio de la acordada y a las reiteradas inasistencias a la Corte, nos da lugar a investigar".

Ante la negación de algunos testigos de asistir a la Cámara para declarar, la diputada afirmó que tomarán "determinaciones si es que no vienen. El reglamento dice que la comisión tiene el respaldo de la Justicia. Para lograr que un testigo comparezca y para hacer allanamientos o interceptar correspondencia".

Y agregó: "Si los funcionarios de la Corte y los colaboradores de Fayt no asisten, tenemos derecho a presumir que ocultan algo. Agravaría la situación."

Sagasti, entrevistada por La Nación, explicó que están "dentro del proceso que establece la comisión de juicio político para llevar a cabo o no un juicio político. La situación de Fayt no tiene antecedentes en el mundo. Vi encuestas que dicen que la gente piensa que no es normal que un señor de 97 años haga el trabajo de un juez de la Corte".