Después del habitual informe desde Londres, Eduardo Feinmann quiso distender a su corresponsal Christian Martin y empezó a hablarle de una de sus pasiones, el rugby.

Tras algunas chicanas deportivas Feinmann consiguió sacarle una mínima sonrisa a su corresponsal y no tuvo mejor idea de que destacar el hecho diciendo que era la primera vez que lo veía sonreír.

Eduardo no se esperaba la respuesta de Martin quien sin dudar le respondió que hacía tres semanas que estaba "contando muertos".