Vivía junto a su familia en el Lote Hogar 53, en el la localidad sanjuanina de Rivadavia. En la madrugada del lunes, sufrió un paro cardiorespiratorio y no pudo ser reanimado.

En octubre de 2013 pesaba 280 kilos y fue la última vez que se pesó. Luego sufrió complicaciones en su salud y debió abandonar la rehabilitación, por lo que cayó en un estado depresivo que le provocó que volviera a subir de peso y quedara inmovilizado hasta el día de su fallecimiento.

La cama donde permanecía había sido construida por sus hermanos, con hierro y madera, y allí se encontraba inmerso en su profunda depresión porque no podía moverse y se sentía una carga para la familia; solo quería alimentarse con té y yogurth, según indicaron sus familiares.