Estornudó y quedó paralizada de por vida
Debbie Thomason tiene 35 años y quedó paralizada por una contracción que le apretó los nervios dorsales.
Un estornudo le causó fuertes dolores en la espalda y se desplomó. Al despertar, Debbie Thomason de 35 años fue al hospital, la mandaron a casa y, al ratito ya no pudo volver a moverse.
Los médicos que la atendieron no se dieron cuenta que, el espasmo del estornudo, había apretado los nervios de su espina dorsal.
La gravísima lesión lumbar se llama "Síndrome de cauda equina" fue confundida por un problema de espalda más, entonces Debbie se fue a su casa con molestias y, de un momento a otro, dejó de poder moverse.
Si bien es un caso entre millones, tal vez la moraleja sea estornudar tranquilos y disfrutar, luego, de seguir andando.