Cuando uno ve las imágenes que quedaron registradas en las cámaras de seguridad que el municipio tiene instaladas en las calles, reflexiona sobre lo que le llama la atención, como es que alguien espere con la puerta abierta de su auto en una zona donde -como demuestra la escena- suceden robos.

Pero luego es inevitable pensar en lo insólito del hecho ya que nadie podría prever que un ladrón aparecería por sorpresa, improvisara una espectacular patada voladora y, tras caer, se metiera a la velocidad de la luz en el auto, arrancándolo y escapando a toda velocidad.