La vidriera del local, ubicado sobre la avenida Alvear del barrio porteño de Recoleta, estaba cubierta de carteles con frases como: "Caza es asesinato, Vanucci y Garfunkel asesinos", "Liberación animal", "Ni uno menos - no a la caza".

La activista Malala Fontán, de la organización Sin Zoo, expresó que: "La caza es una realidad terrible, no sólo en África, también en nuestro país, sobre el zoológico de Luján, por ejemplo, pesa la sospecha de que la cría y reproducción de grandes felinos está relacionada con esta actividad cobarde y repudiable llamada la caza enlatada. A su vez, explicó que para la caza enlatada, se crían en cautiverio animales que luego se sueltan drogados en un predio cerrado, para garantizar que el cazador, obtenga su trofeo, que es la cabeza del ejemplar muerto.

La activista recordó también que la empresa Sky Hunting, que organiza el safari del que participaron Vanucci y Garfunkel, pone precio a los animales muertos según la especie y aclaró: "Matar un elefante cuesta 40.000 dólares, asesinar un león, 8.500, un rinoceronte 12.000. Si pagas ese dinero, te garantizan que te lleves la cabeza del animal".

Participaron de la protesta también, miembros del colectivo artístico Voicot y de la organización Cascote un Perro Macanudo, además de vecinos que se acercaron luego de conocer ayer la convocatoria a través de las redes sociales. "Estamos haciendo un escrache pacífico, pegamos los carteles para que queden como testigos durante el fin de semana y convocamos a la gente para que se acerque durante la semana a los locales de BGH, una de las empresas de Garfunkel, para repartir folletos a los que entran y salen", anunció Fontán. Y agregó: "Garfunkel tiene una causa por tráfico de obras de arte, por desfalco y tiene problemas con empleados echados de sus empresas sin indemnización. Donde hay maltrato animal, hay maltrato de seres humanos"