La anestesista Nélida Inés Puente estalló de bronca contra el endoscopista Diego Bialolenkier por la declaración que hizo en el juicio por la muerte de Débora Pérez Volpin. Este viernes será la última audiencia en la Sala de Derechos Humanos de los Tribunales. Se leerán los alegatos y el tribunal dará su veredicto.

"Estoy indignada por las declaraciones de mi colega, yo pensé que iba a decir la verdad, si lo juró por sus hijos", aseveró Puente y agregó: "Yo no conté un detalle en mi declaración, que fue cuando escuché la alarma del monitor. Le levanté el brazo a la paciente, vi el abdomen duro y Diego miró y lo observó también".

"Yo pensé que ese aire estaba en el tubo digestivo, por eso le dije que salga", relató. Y señaló que se dio "cuenta de que la paciente tenía una complicación".

En tanto Diego Pirota, abogado de la familia de la periodista y legisladora porteña, opinó: "De sus palabras se desprende que ella esperaba que él contara que la perforó con el endoscopio, y que fue ahí cuando Débora se hinchó. Sin embargo, Bialolenkier había dicho que estaba 'impecable' y que si se llenó de aire fue porque Puente la perforó cuando la entubó".

"Él me ayudó a quitar el abreboca y a darla vuelta junto con la instrumentadora (Miriam Frías), ¿cómo no vio el edema en la cara? ¿Cómo no se acuerdan nada?", dijo la anestesista y pidió "perdón a la familia por no poder reanimarla".

"En el juicio se corroboró todo lo que ella fue contando, el problema es que se equivocó; y el endoscopista, en cambio, mintió y le echó la culpa a ella", describió el abogado de la familia.

Por su parte el endoscopista había dicho "de forma abrupta la anestesista percibió la desaturación y ahí saqué el endoscopio. La paciente empezó a tomar un volumen que fue aumentando", afirmó.