Se trata de una botella de 108 años de antigüedad, encontrada por Marianne Winkley en agosto de 2015, pero recién ahora se dio a conocer la noticia a través del premio.

Es que, la importancia no viene solo por la antigüedad de la botella que estuvo a la deriva en el mar por más de un siglo, sino por lo que había en su interior.

Al tomarla, se dio cuenta que había un mensaje adentro, con instrucciones para abrir la botella sin romper el cristal: la pauta que se trataba de algo importante.

Resulta que en el interior se encontraba un mensaje científico, sobre una investigación que estaba encabezando el biólogo marino inglés George Parker Bidder III para observar el efecto de las corrientes marinas.

En el mensaje, había un pedido de enviar la carta a la Asociación de Biología Marina de Reino Unido, hecho que Winkley cumplió.

Muchos recipientes de ese estilo fueron lanzados al mar, y encontrados en los primeros años. Pero todavía hay muchos que quedan a la deriva.