Efectivos policiales armaron un dispositivo para atraparlo pensando que el carpincho opondría resistencia, pero  para sorpresa de todos se dejó colocar una soga y caminó como un perrito hasta la seccional.

Claramente el animal se escapó de una vivienda pero tras doce horas de estar "detenido" nadie vino a reclamarlo aunque fueron muchos lo que pasaron a visitar al simpático preso.

El Juez de Turno dispuso que fuera trasladado a la Reserva de Fauna del Cerro Pan de Azúcar.  El mismo móvil que lo había trasladado a la seccional lo llevó con una piolita atada al cuello, en el asiento trasero a su nuevo hogar.