Cada vez que aparece un recurso innovador y que podría beneficiar a una parte de la población, aunque poniendo en riesgo la fuente laboral de muchos otros, la polémica es instantánea. No obstante la preocupación por lo nuevo -que además aún no tiene ningún basamento legal ni legislación vigente- la ciudadanía ya puede usar el servicio y será cuestión de tiempo determinar si es beneficioso o no.

Mientras tanto, lo importante es informarse y tratar de entender cómo funciona este nuevo sistema que utiliza conceptos de las redes sociales a partir de los soportes tecnológicos que cada vez se vuelven más frecuentes, sobre todo en los grandes centros urbanos.