"Tirar un cigarrillo arruina el paisaje urbano y el marco de vida en común", indicó el Municipio de París y estableció que las multas podrán superar los sesenta euros.

La Alcaldía argumentó que este tipo de residuos tienen "importantes consecuencias en el medio ambiente" porque una colilla "tarda entre 4 y 12 años antes de desaparecer".


Las colillas muchas veces no llegan a ser barridas a tiempo y terminan alcanzando el sistema de alcantarillas y contaminan el agua. Como así también las que quedan en los pies de los árboles, dada su enorme acumulación, terminan afectando la vida de los mismos.

Según los datos de la Alcaldía parisina, cada año se recogen 350 toneladas de colillas de calles y veredas que corresponden a 350 millones de cigarrillos.

La alcaldesa socialista Anne Hidalgo decidió, desde marzo de este año, advertir de esta multa específica que ahora empieza a aplicarse; y recordó a los parisinos que en la ciudad canadiense de Montreal la sanción supera los 100 euros. Además instalaron 30.000 nuevos ceniceros en las calles.