Tuvo que ser Mauro Federico quien pusiera contexto a la explicación e indicara que lo de Casero era una falta de respeto a los trabajadores del canal, que viven horas de incertidumbre ante la posibilidad de que no se les puedan pagar los sueldos. Y explicar que reírse en esas circunstancias es reírse también de la desgracia ajena.