Si la disculpa a cámara de Flavio Azzaro le había dado una pátina de consideración por la cantidad de incorrecciones que había cometido, bastó un diálogo con Estaban Trebucq para dinamitar lo que se había conseguido.

Es que en la charla las frases como "no me pareció grave", "no se si son víctimas" o "no soy políticamente correcto" demostraron que esas palabras salieron de la boca para afuera pero que en su interior Azzaro seguía pensando lo mismo.

Y Trebucq no solo arrancó bajándole el precio al hecho, sino que se cebó sosteniendo que uno puede decir cualquier cosa porque lo ampara la Constitución, desconociendo lo que son los delitos de odio.

Para terminar de desbarrancar sosteniendo entre los dos, que la comunidad LGBT+ "se victimiza".