Es un caso histórico en Argentina, que comenzó con denuncias en Italia -de donde originalmente es el instituto- y se trasladó a la ciudad de Mendoza. 

En el Tribunal Penal Colegiado Nº 2 de esa ciudad condenaron a los sacerdotes Nicola Corradi y Horacio Corbacho Blanc y al jardinero Armando Gómez. 

Los acusados fueron encontrados culpables de múltiples abusos y violeciones cometodas a niños y niñas de instituto durante 12 años.