Las autoridades investigan si el vuelo en el que viajaba Emiliano Sala era legal y estaba apto para despegar, luego de nuevas informaciones que se sumaron al caso. 

Según se sabe, el futbolista rechazó el ofrecimiento de Cardiff de viajar en un vuelo de línea y eligió volar con el piloto en un vuelo privado: uno de los cuatro que solía utilizar Mark Mckay. 

Dave Ibbotson era en realidad un gasista y a veces DJ. Pero contaba con una licencia de piloto privado británico, lo que le permite transportar pasajeros entre aeropuertos siempre y cuando no perciba dinero.

No estaba habilitado para volar de manera comercial, para lo que se necesita otra licencia que no tenía. Según la prensa británica, este hombre de 59 años cargaba con una deuda de 18 mil libras (aproximadamente 24 mil dólares) y estaba sujeto a cuatro fallos pendientes de la corte del condado en el momento del accidente.

En un posteo que compartió en la red social se pudo leer una conversación que tuvo con un seguidor en la que aseguraba que el ILS (Instrument Landing System: Sistema de precisión para efectuar aproximaciones y aterrizajes forzosos) de la aeronave estaba "un poco oxidado".