Los dos sacerdotes, Daniel Pauvif Rojas y Casiano Rojas, pertenecían a la diócesis de Copiapó, a unos 800 kilómetros al norte de Santiago de Chile. Se comprobó que ambos abusaron de adultos y un menor.

Según la Conferencia Episcopal y después de una investigación canónica, concluyeron en que los sacerdotes cometieron "actos gravemente contrarios a la santidad sacerdotal". Ambos pertenecían a la en la que el papa Francisco nombró hoy a Celestino Aós Braco como nuevo obispo.

La página web de la Conferencia Episcopal informó que Pauvif fue suspendido de su ministerio en octubre de 2012 mientras que Casiano Rojas es uno de los sacerdotes cuestionados. "Pauvif cometió actos gravemente contrarios a la santidad sacerdotal, cometidos con mayores de edad, y actos que han lesionado gravemente la comunión eclesial'', dice la página.

La disminución de católicos al rededor del mundo coincide en con el conocimiento público de múltiples casos de pedofilia cometidos por curas, muchos de los cuales fueron ocultados por la jerarquía católica.