La noticia sobre la presunta comunicación entre el papa Francisco y una mujer santafesina en pareja con un divorciado, a quien habría autorizado a comulgar, tomó estado público a partir de que su marido publicó el hecho en su perfil de Facebook. La mujer le había enviado una carta al sumo pontífice informándole sobre que no le permitían comulgar por su situación.

Desde los medios, inmediatamente comenzaron a trascender versiones sobre un presunto cambio en el dogma eclesiástico al respecto, tratando de vislumbrar en ello los "nuevos tiempos" que representa Francisco e incluso un aggiornamiento de la Iglesia en un tema sensible como el divorcio.

Sin embargo, el vocero vaticano Federico Lombardi salió al cruce de esas versiones al advertir que "en el ámbito de las relaciones personales pastorales del papa Francisco ha habido diversas llamadas de teléfono. Como no se trata absolutamente de la actividad pública del Papa, no hay que esperar informaciones o comentarios por parte de la Oficina de Prensa".

En el comunicado oficial se señala que "las noticias difundidas sobre esa materia -ya que están fuera del ámbito propio de las relaciones personales- y su amplificación mediática no tienen por lo tanto confirmación alguna de fiabilidad y son fuente de malentendidos y confusión. Por lo tanto hay que evitar deducir de esta circunstancia consecuencias relativas a la enseñanza de la Iglesia".

Además, el sacerdote José Ceschi, de la localidad santafesina de San Lorenzo, descreyó de que el Papa haya autorizado a recibir la comunión a la mujer. "Es imposible que el Papa Francisco le haya dado permiso, es imposible que haya hecho eso", dijo el cura.

Avaló así la decisión de otro sacerdote de esta ciudad santafesina, Sergio Tofful, que se negó a darle el sacramento de la eucaristía a la mujer por su condición de divorciada, según las disposiciones vigentes actualmente en la Iglesia.