Cuando se conoció la carta remitida por el papa Francisco a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner con motivo de la celebración del 25 de Mayo, Guillermo Karcher dijo que había hablado con el pontífice y que éste había desmentido el envío de la misiva.

El papel con el texto había llegado a Cancillería por intermedio de la Nunciatura Argentina, a todos los efectos la embajada del Vaticano en el país, como lo advirtió el canciller Héctor Timerman, quien señaló que era la Nunciatura la que debía aclarar el presunto malentendido.

Incluso, el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, y el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, aclararon en conferencia de prensa que había sido recibida por los canales habituales y tratada de forma protocolar y tradicional.

En la mañana de este viernes, finalmente, el mismo Karcher salió a rectificarse al señalar que se trata, en realidad, "de un telegrama oficial" de Francisco a Cristina: "Hoy rectifico, lo hago con mucha honestidad: no es una carta, es un telegrama oficial, legítimo" del Vaticano, indicó por radio Continental.

En su defensa, el ceremoniero pontificio precisó que "no se trata de una carta, ahí está la cosa... No se trata de una carta, sino de un telegrama de forma que se manda habitualmente a los gobiernos cuando van llegando las distintas fechas patrias".

Por si hiciera falta, la veracidad de la misiva fue confirmada por el propio nuncio apostólico Emil Paul Tscherrig, quien también negó que hubiera algún tipo de conflicto entre el gobierno y la Iglesia.

"La carta es verdadera, no fue nunca falsa, es un mensaje normal que se envía de un Gobierno a otro Gobierno", dijo monseñor Tscherrig,

El jueves, Karcher había señalado al respecto que la carta -o telegrama- era un "collage", "trucha" y "con mala leche", lo que ese viernes es reproducido ampliamente por diarios como Clarín y La Nación: ambos califican el asunto como "escándalo".

El editorialista de La Nación Fernando Laborda califica el hecho como "el más misterioso de los papelones presidenciales" producto de "una relación tensa" entre el gobierno nacional y la Iglesia; incluso, El Cronista habla en la edición de este viernes de un "incidente en la previa el Tedeum".