El instinto de supervivencia de los seres humanos cada vez que padece de una enfermedad es tender a apurar su pronta desaparición. En ese momento uno hace lo que tenga a su alcance para deshacerse de ella y así finalmente dejar de sentir los síntomas.

Teniendo esto en cuenta, la instructora de meditación Monica Correia Nobre, explicó: "Esa información que sale y toma la forma de una enfermedad puede ser tanto un pensamiento, una emoción o una acción, hecha o recibida por el individuo en algún momento de su vida y que no logró terminar de procesar o entender. Por eso la expresión de una afección es en principio una manifestación del inconsciente".

"Cada enfermedad tiene un momento de inicio, que pasó imperceptible para la conciencia de la persona. Ese momento existió y permitió el anclaje del síntoma cuando por alguna razón no pudimos entender algo que vivimos, algo que nos dijeron o que sentimos y no pudimos expresarlo ni reaccionar como hubiéramos querido. En ese instante está la raíz de la enfermedad. Reconocer ese inicio, que está en el pasado y se expresa en el presente, es la llave de la solución", siguió la instructora.

Es necesario para poder reconocer estos patrones que llevaron a la enfermedad hacerse responsables de la situación. "Entender que somos nosotros mismos los que nos creamos las enfermedades es algo que en principio parece inaceptable, sin embargo son los conflictos en nuestros pensamientos, emociones y acciones las que producen todas las manifestaciones físicas y emocionales", agregó la especialista.

La meditación tiene la capacidad de otorgar una mejor salud a sus practicantes o a tener mayor resistencia a las enfermedades. "Eso se debe principalmente a que la práctica de la meditación trae una cualidad clarificadora de la conciencia. La meditación mejora la autopercepción y así permite que esos procesos de aprendizaje se realicen con mayor celeridad", explicó Correia Nobre.

Las siguientes preguntas pueden facilitar a averiguar la raíz de la enfermedad y a eliminar el conflicto que la creó: ¿Qué estaba haciendo antes de la aparición del síntoma?; ¿Cuál era mi estado general en ese momento?; ¿Qué áreas internas manifestaban un conflicto mayor?;  ¿Qué ideas tenía a esa edad o en ese momento con respecto a la situación vivida?; ¿Qué emociones se disparaban por lo que estaba experimentando?; ¿Identifico actos (realizados o no) que derivaron de esa experiencia?; ¿En qué me benefició transitar esa dolencia?; ¿Cómo crear armonía en mi vida y mi salud? ¿Qué cambios debo hacer?