Es entendible que el primo de un detenido salga a defenderlo pero parece difícil que la razón de un asalto a mano armado sea la depresión y que la culpa de ella sea lo ocurrido ocho años atrás en el club que lo vio nacer.

Ezequiel Cirigliano tenía un futuro promisorio, era un juvenil por el que River apostaba ya que había integrado la selección argentina en los mundiales Sub 17 y Sub 20, pero al llegar a Primera no pudo consolidarse.

Su falta de espíritu profesional, su ambiente complicado y ligado a la delincuencia, y su reclamo por ser transferido lo llevaron al Hellas Verona de la Liga italiana.

De allí en más su carrera fue en picada, para terminar jugando en la segunda división del fútbol chileno.

Ahora vuelve a ser noticia por entrar a robar a una casa con una 9 milímetros y la familia intenta justificarlo por sus problemas de salud mental.