Al grito de ''No queremos tortas ni maricones'' echaron a dos jóvenes mujeres que intentaron bailar juntas en una milonga montevideana en la Plaza del Entrevero. Su organizador, Daniel Patres había justificado su decisión por que no quería "distorsión".

A raíz del escándalo la Intendencia de Montevideo le exigió al hombre que pidiera disculpas a las mujeres afectadas y le pidió que participara de talleres de género para que aprenda "la tolerancia hacia todas las opciones sexuales".

Sin embargo Prates, de 73 años habló con el semanario Búsqueda y mostró su rechazo a estos talleres que "quieren lavarnos el cerebro".

El hecho adquirió repercusión política e incluso el rechazo de un amplio sector político uruguayo. Además la contramovida para el domingo a la misma hora en Plaza del Entrevero, llamada irónicamente, "Milonga Inadecuada" generó presión a la Intendencia.

"Yo creo que no le falté el respeto a nadie", declaró el bailarín y organizador de la milonga conocido en el ambiente como "El Ñato", por su pasado de boxeador. Y agregó: "No me voy a retractar porque eso es una infamia. después de diez años de llevar al éxito a la plaza de El Entrevero no me pueden pedir que me vaya a arrodillar. Están todos locos, es una burla".

Por el momento la intendencia de Montevideo decidió suspenderle el permiso para organizar una nueva milonga, a Prates hasta el 11 de abril.