El movilero estaba en el Obelisco tras el triunfo de la Selección Argentina ante Italia en Wembley por la Finalíssima.

Lewen hizo su salida de manera normal dentro de las circunstancias y cuando estaba por volver al piso, se armó un pogo y el cronista alertó: "¡Me chorearon el teléfono, pará! ¡Ey, ey, ey, me robaron el teléfono, viejo!", gritó

Feinmann quedó sorprendido por el lamentable episodio y alcanzó a decir: "Le robaron el teléfono... ¡Dios mío! Qué aparezca el teléfono... Qué sociedad". Extrañamente no le echó la culpa a Cristina.