En su conferencia de este jueves, el vocero de la Armada, Enrique Balbi, refirió el informe enviado desde Austria como la información que corroboró la noticia de una explosión el día 15 de noviembre, horas después de la última comunicación con el submarino.

El diplomático argentino en dicho país europeo, Rafael Grossi, se comunicó con la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO), cuya sede está en Viena. Se trata del organismo que monitorea que no se hagan ensayos nucleares en todo el mundo.

Como herramienta principal posee una red de detección global que involucra estaciones sísmicas, de radionucleidos (isotopos que se generan después de las explosiones nucleares) y por ello también tienen estaciones hidroacústicas, desde donde se detectó el  evento relacionado al ARA San Juan.

Luego de un encuentro con Lassina Zerbo, el secretario ejecutivo de la CTBTO, Grossi consiguió un análisis para la Argentina con información relevante en la zona a partir del 15 de noviembre y estos fueron los puntos principales replicados por Clarín.

1.Se buscó primero Identificar la existencia de un evento singular, único, de cierta intensidad y corta duración dentro de las coordenadas geográficas que coinciden con el lugar en el que el ARA San Juan se comunicó por última vez.

2.Esto ha sido objeto de un análisis muy detallado que “limpia” la información de otros ruidos no relacionados con el mismo. Aunque ni el embajador Grossi ni las autoridades del CTBTO lo expresan así Clarín entiende que refiere a la "anomalía hidroacústica" descripta ayer por la Armada, y ahora como "explosión

3.Conforme a este informe técnico, el "evento" (del que habló la Armada) es consistente con otras explosiones subacuáticas.

4.Esto es lo que permitió que determinar que casi seguro hubo una explosión ahí no nuclear.

5.La conclusión que se saca es un onda acústica con una determinada velocidad que es consistente con una explosión bajo el agua de tipo convencional, es es decir no nuclear.