Lo más probable es que le estuviera dando vergüenza lo que estaba leyendo. Y por eso se trababa tanto Nicolás al tratar de explicar su ridículo concepto de "expropiar el virus" para lograr la soberanía sanitaria.

Se entiende que el periodista ya no encuentra manera de expresarse en contra de la cuarentena y llega hasta estos límites insospechados de quedar en ridículo.