El israelí Nicolás Gil Pereg, acusado de matar a su madre y a su tía y enterrarlas en el patio de su casa, entró maullando a la sala de audiencias del Poder Judicial de Mendoza, luego de que sus abogadas pidieran el traslado a una penitenciaría de Buenos Aires por cuestiones de salud mental.

El hombre insiste con que es un gato, y lo único que se oyó antes, durante y después de la audiencia fueron sus “miau, miau”, de acuerdo con el portal Diario Uno.

Gil Pereg: la Justicia decidió que siga preso en Mendoza

Si bien sus abogados pretendían que Gil Pereg fuera trasladado al pabellón psiquiátrico de Ezeiza, el juez entendió que las pruebas forenses sobre su capacidad para comprender el delito del que se lo acusa son irrefutables.

El Jefe de Fiscales de Homicidios, Fernando Guzzo, comparó los maullidos del detenido con "un capítulo de Tomy y Daly", en referencia a la serie de dibujos animados que ven ‘Los Simpsons’ donde se parodia con violencia a Tom y Jerry.

A Pereg se lo acusa por los asesinatos de su madre y su tía, quienes llegaron a Mendoza el 11 de enero de 2019 para visitar al israelí radicado hacía más de diez años en la provincia. Al día siguiente se reunieron con el hombre en su casa, ubicada en inmediaciones del cementerio de Guaymallén, y nunca más fueron vistas.

Lily Pereg, quien era docente de microbiología en Australia, fue ultimada de tres disparos. En tanto que la madre del acusado fue estrangulada. Ambas fueron empaladas con un hierro de construcción cuando ya estaban sin vida.