Lee la carta que le envió una de las trabajadoras del Parque al Ministro Lombardi donde explica la preocupante situación que vive: 

"Estimado Ministro:


Ojalá tenga unos minutos para leer esta carta.
Le escribo por algo muy sencillo, pero vital para mí: quiero y necesito trabajar. Lo hago desde los 17 años. Lo hice para todos los gobiernos democráticos y con jefes de todas las ideologías que pueda imaginarse. No le voy a decir que fue siempre con el mismo entusiasmo, pero le puedo asegurar que sí, siempre, absolutamente siempre, lo hice con la misma responsabilidad sin dejar jamás que mis posturas políticas interfirieran en los resultados. 

Soy una persona con muchas aptitudes (también defectos), pero si me pregunta cuál es la que mejor me describe es mi capacidad de trabajo: puedo sentarme días enteros sin parar hasta que termino lo que sea que haya que terminar.

Lo molesto porque me preocupa mi situación actual. Hasta el martes 10 de mayo trabajé en Tecnópolis. Lo hice durante cinco años. Con barro hasta las orejas, lluvia, frío de locos y también en épocas mejores, donde ya no fue necesario embarrarse ni pasar tanto frío. Si le digo esto es porque me gustaría que tenga claro eso: que yo trabajé. No fui ñoqui. Ni lo quiero ser. Nunca acepté ese lugar aunque, lamentablemente, me lo han ofrecido más de una vez. En el viejo ATC, por ejemplo. Allí fui todos los días durante cuatro semanas a esperar al interventor del canal hasta que lo convencí de que me derivara a una producción. El señor me preguntaba por qué no me iba a casa con mis hijos, a tomar sol con los días tan lindos que hacían, pero yo necesitaba trabajar. No sólo cobrar una remuneración a fin de mes. 

Le decía, señor Ministro, que trabajé en Tecnópolis hasta el martes 10. Ese día, a través de quien fuera mi jefe, me informaron que desde del 11 de mayo debía prestar funciones en el CCK. No me explicaron ni por qué, ni para quién, ni cuáles serían esas funciones. El 11 me recibió el señor Gonzalo Muñiz, quien me había entrevistado meses antes en el IBC de Tecnópolis. Me dijo que nos necesitaban en el CCK para establecer el nexo entre Tecnópolis y su equipo (que no podía ir a Tecnópolis todo los días). Y como mi jefe y yo éramos los que más conocíamos el parque habían establecido esa modalidad. Cuando le pregunté si mis condiciones de contratación se mantendrían, me aseguró que sí. Pero a poco de insistir con las preguntas resultó ser que me bajaron el salario a la mitad. Y que no existe tal necesidad de nexo. Yo vengo todos los días a las 10 de la mañana a mi puesto de trabajo y no hago absolutamente nada (salvo un clipping que nos encargó un diseñador el primer día y que junto con mi jefe terminamos ese mismo día). pero nada hasta las 18. Nadie me habla, nadie me informa, nadie me instruye. Le diría que creo que nadie sabe quién soy y para que vengo ocho horas todos los días. Señor ministro: ahora sí soy una ñoqui. Y yo no quiero ser ñoqui, quiero y necesito trabajar. No entiendo la vida de otra manera.

Estoy preocupada y muy angustiada. Soy la única persona del equipo de Tecnópolis (junto a mi jefe) bajo esta situación que me denigra cada día un poquito más.
Le pido que me ayude, que reconsidere mi caso. Que me permita demostrar que durante cinco años el estado me pagó un sueldo digno porque sé trabajar y lo hago con pasión. Porque a mí me gusta eso: trabajar. 

Sé que usted está muy ocupado y que yo no soy más que una gotita en el inmenso mar de problemas que tendrá, pero le pido que me escuche y me responda. Y que si no puede hacer nada o no tiene tiempo de leer esta carta, algún colaborador suyo me lo haga saber. Es angustiante pasarse todo el día esperando una respuesta que nunca va a llegar.

Lo saludo respetuosamente y le agradezco por su tiempo"