Si bien aún se trata de un prototipo ya se están analizando costos para ver qué versión es lanzada finalmente al mercado.

Los proyectos a conocer se basan en el análisis de los niveles de alcohol por dos métodos diferentes: uno de ellos analiza el aire exhalado por el conductor durante la respiración normal de éste, sin necesidad de soplar en un dispositivos específico. El sensor va instalado en el volante, que está prácticamente a la altura del rostro del conductor y evalúa su aliento.

El otro se basa en detectar el etanol a través de la piel para detectar niveles de alcohol en sangre con un sensor por contacto que puede estará instalado en la palanca de cambios.