La división inmuebles de Mercado Libre reflejó con un estudio que los alquileres en la Ciudad subieron en promedio un 31%, un porcentaje que supera ampliamente las subas de precios medidas por el Gobierno en un 24,8% en el mismo periodo.


El relevamiento tuvo en cuenta los avisos publicados en 30 barrios: en 14 barrios el aumento fue más alto y en 16 hubo subas por debajo de ese porcentaje.

Según reprodujo la agencia Télam, entre los barrios de mayor aumento se registraron Parque Chacabuco, Villa del Parque y Barracas, con subas del 60%; 52,9% y 52,8%, respectivamente. Luego, se dieron aumentos por encima del promedio en Barrio Norte (43%); Villa Pueyrredón y Recoleta (40%); Villa Crespo (39%); Palermo y Almagro (34%); Villa Urquiza (33%) y Congreso, San Telmo y Balvanera (32%).

En tanto, los barrios con menos aumentos en relación al promedio fueron Puerto Madero, con una baja de 12%; Retiro, que llegó al 19% y luego se estabilizó; Villa Luro (13%); Monserrat (16%); Núñez (17%); Villa Devoto (18%); San Nicolás (19%) y Liniers (23%).

Desde inquilinos Agrupados adelantaron que en 2018 los alquileres aumentarían el doble que los salarios: el dato surge luego de que se conociera el tope de 15% que el Gobierno pretende imponer en las negociaciones paritarias de este año, y los contratos de alquiler registrados que se firmaron previendo un aumento semestral del 15%, es decir, un 30% anual.

Si bien la reciente Ley de Alquileres otorgó beneficios a los inquilinos, la norma no regula los aumento de precio sino que es el mercado inmobiliario en función de su rentabilidad, el que interviene.

Según la estadística, los precios vienen aumentando por encima de cualquier índice de inflación y de salarios: los valores actuales de un alquiler representan alrededor del 50% de un ingreso promedio, y si se incluyen impuestos, expensas y servicios, la suma representa el 70% de un sueldo promedio.

Lo cierto es que el oficialismo tiene frenado desde hace 10 meses un proyecto de ley en la Cámara de Diputados, que cuenta con media sanción del Senado, que establece que los aumentos en el precio de los alquileres sean anuales (no semestrales como ocurre en la actualidad) y estén sujetos a un índice promedio entre inflación (IPC) y salario (CVS).

La Comisión de Legislación General de Diputados, por decisión de su presidente Daniel Lipovetzky bajo presiones del sector inmobiliario se niega a tratar la cuestión. Luego de la sanción de la ley, el sector inmobiliario lanzó un paro y amenazó con transferir el gasto de "comisiones" que hasta hace unos meses debía pagar el inquilino y que ahora debe ser abonado por el dueño del inmueble. Y la tendencia parece continuar en esta línea.