Según el informe realizado por la Defensoría del Pueblo de CABA, lanzó resultados estremecedores para el bolsillo del trabajador, ya que el alquiler sobre los ingresos alcanzó un máximo histórico.

Un monoambiente en la Ciudad está en un promedio de 9490 pesos; un departamento de dos ambientes cotiza 11.951 pesos y una unidad de tres ambientes, 17.141 pesos. La actualización del contrato es semestral en casi el 80 por ciento de los casos, con aumentos de alrededor del 14 por ciento, mientras que los contratos anuales incluyen incrementos del 31 por ciento en promedio.

El rubro vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles subió cerca de un 60 por ciento en 2016, un 55,6 por ciento en 2017 y en los siete primeros meses de 2018 acumula un alza del 17,2 por ciento. En forma acumulada, implica que a la fecha esos gastos casi se triplicaron. El primer impulso a semejante incremento viene por el lado de las facturas de luz, gas y agua, que se multiplicaron bajo el esquema de quita de subsidios que lleva adelante el Ministerio de Energía y del que habrá más anuncios. 

“Los alquileres de vivienda son los más caros de la historia”, titula el informe la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, ya que su peso sobre el salario sería del 50 por ciento. El dato está en línea con la última encuesta de la organización Inquilinos Agrupados. En ese informe se detalla que de 5 mil respuestas de inquilinos a nivel nacional, el peso promedio del alquiler sobre el salario es del 45 por ciento, lo cual representa un aumento de 4 puntos frente a la encuesta de enero.

En la Ciudad de Buenos Aires, el impacto del alquiler en relación a los ingresos, según Inquilinos Agrupados, es del 44,6 por ciento. Si se suman los servicios públicos, impuestos y expensas, calculan, entre el 60 y el 70 por ciento del ingreso se destina a mantener la vivienda alquilada.

“El alquiler en relación al salario está en un máximo desde la década del `20, cuando comenzó la legislación pública sobre el tema. Los precios se liberaron totalmente con la dictadura, pero hasta ahora el alquiler nunca había ocupado semejante porción de los ingresos”, señaló a este diario Fernando Muñoz, coordinador del programa de atención a inquilinos de la Defensoría.

“Hay quienes advierten que suele haber dos ingresos en los hogares, pero es una mirada muy parcial. Los datos muestran que el 36 por ciento de los hogares en la Ciudad son unipersonales y en otro 26 por ciento viven dos personas, en donde hay muchos padres y madres solos y solas con un menor o jubilado que no trabajan. O sea, más de un tercio, con seguridad, se sostiene con un solo ingreso, en una ciudad donde casi la mitad de los habitantes son inquilinos”, agrega Muñoz, quien también advirtió sobre el valor de las expensas y de otros gastos asociados al alquiler, como el depósito anticipado y el seguro de caución por dos meses.

Fuente: Página 12