Todavía resuena en nuestras cabezas la frase de campaña de María Eugenia Vidal: “nadie va perder lo que ya tiene”, ese slogan de campaña se volvió efímero y la situación hoy es muy diferente. El ajuste “Pro” esta vez le toco a uno de los sectores más vulnerables de la sociedad, el alimento de los chicos.

Según informaron las autoridades de establecimientos educativos las partidas de alimentos que llegaban a los comedores escolares se vieron reducidas, por ejemplo en la escuela Nº 56 en el distrito de Quilmes, la gobernadora envió un promedio de veinte gramos de carne por día, lo que está muy por debajo de lo recomendado.

Según la encargada del comedor: "nunca nos pasó una cosa así. Me da vergüenza tener que servirles esto a los chicos que, capaz, es la única comida que tienen en el día".

La gobernadora se suma a la ola de ajuste macrista, pero esta vez afecta a los pibes de los barrios mas humildes. Vidal empieza a definir cuál será el rol de un estado, que parece cada vez mas alejado de resolver las necesidades básicas de la gente.