La cuarentena deja al descubierto las cosas buenas y las malas. La convivencia obligada y el tiempo para conversar ha disparado dos situaciones antagónicas.

Por un lado se ha recuperado el diálogo y algunas parejas se han redescubierto. Si bien para un grupo ha sido positivo y se han vuelto a enamorar, también hubo muchos que descubrieron que no eran felices y aumentaron las demandas de divorcio.