El 26 de febrero de 2006, Paulina Lebbos salió a bailar con una amiga pero nunca volvió. Su cuerpo apareció a los 13 días, asfixiada y al costado de la ruta 341 a unos 30 kilómetros de la capital de Tucumán. Doce años después comienza el juicio.

En el banquillo de los acusados habrá cuatro ex policías de la provincia de Tucumán, un ex secretario de Seguridad del gobierno de José Alperovich -todos acusados por encubrimiento- y Roberto Luis Gómez, imputado por privación ilegal de la libertad y el homicidio de la joven.

Se trata del ex jefe de Policía de Tucumán Hugo Raúl Sánchez; del ex subjefe Nicolás Barrera; del ex subjefe de la Regional Norte Héctor Rubén Brito; del ex policía Hugo Waldino Rodríguez; y del ex secretario de Seguridad Eduardo Di Lella.

El juicio está a cargo de la Sala 3 de la Cámara Penal tucumana, integrada por los jueces Carlos Caramuti, Rafael Macoritto y Dante Ibáñez. El tribunal será el encargado de analizar la prueba y determinar el grado de responsabilidad de cada uno de los acusados. El debate se extenderá durante todo 2018 y hay más de 200 testigos citados a declarar.

Alberto Lebbos, el padre de Paulina, denunció que José Alperovich ex gobernador de Tucumán en ese momento, "había adelantado que se conocería el nombre del asesino". El ahora senador declarará en el juicio desde su domicilio. 

Cabe destacar que la familia de la víctima sostiene hace 12 años que "los hijos del poder" están implicados en el crimen de la Paulina. Gabriel Alperovich, hijo del legislador y de la ex senadora Beatriz Rojkés, y Sergio Kaleñuk, hijo del secretario privado de Alperovich, fueron sospechosos en la causa y sus ADN fueron cotejados con restos encontrados en el cuerpo de la víctima. No fueron sobreseídos pero no serán juzgados en el proceso.