Dilma relevó al canciller brasileño
La presidenta Dilma Rousseff relevó al canciller Antonio Patriota. Ello ocurrió un día después de la llegada a Brasil del senador opositor boliviano Roger Pinto Molina, sacado clandestinamente de La Paz, episodio que generó un conflicto diplomático entre ambos países.
La fuga del senador Pinto Molina, de la opositora Convergencia Nacional, fue organizada por el diplomático Eduardo Saboia, el encargado de negocios de la embajada brasileña en La Paz, donde Pinto estaba refugiado desde hacía 15 meses.
Pinto llegó el viernes a Corumbá, municipio brasileño de frontera, 1.500 kilómetros al sudeste de La Paz, tras viajar 22 horas en un auto diplomático acompañado por dos oficiales navales de Brasil.
Tras conocerse el hecho y desatar un conflicto diplomático entre ambas naciones, Saboia asumió la responsabilidad exclusiva de la decisión de organizar el traslado de Pinto a Brasil y justificó su actitud al afirmar que el legislador boliviano es "un perseguido político, así como lo fue la presidenta Dilma" Rousseff.
Así, el canciller boliviano David Choquehuanca entregó una nota en la que expresó su "profunda preocupación" por "la transgresión del principio de reciprocidad y cortesía internacional" debido a la huida de Pinto. "No puede ser que al amparo de la inmunidad diplomática se transgredan normas nacionales y normas internacionales, facilitando en este caso la huida, la salida irregular del país del senador Roger Pinto Molina", dijo, agregando que "es grave lo que ha pasado".
El 28 de marzo de 2012, Roger Pinto se refugió en instalaciones de la Embajada de Brasil en La Paz y solicitó asilo político, alegando ser víctima de persecución y hostigamiento judicial. Sin embargo, el gobierno boliviano se negó a otorgarle un salvoconducto para que salga del país y se acoja al derecho de asilo, argumentando que el legislador enfrentaba más de 20 procesos judiciales por acusaciones de corrupción, destrucción de bienes del Estado y enriquecimiento ilícito, entre otros delitos comunes.
Patriota, en tanto, será reemplazado en el comando de la política exterior brasileña por el actual representante del país en la ONU, Luiz Alberto Figueiredo, cuyo cargo será ocupado por el ministro saliente.